Coaching para futuros ejecutivos

sábado, septiembre 02, 2006

Un paréntesis : el liderazgo

Buenas tardes de nuevo a todos.

Me gustaría hacer un pequeño paréntesis en nuestro recorrido por el apasionante libro de Covey para hablaros sobre uno de los temas que más me atrae : el liderazgo.
Hoy solamente quisiera daros unas pinceladas de lo que representa el liderazgo y preparar el terreno para futuras discusiones.
Para comenzar me gustaría aclarar un aspecto. Si simplemente definimos al liderazgo como "la influencia que se ejerce sobre otros con determinado propósito" y definimos al seguidor como "alguien que es influenciado por otros para un determinado propósito", entonces el líder y el seguidor resultan ser dos lados de la misma moneda.
En este contexto, el liderazgo -- exitoso o no -- no ocurre hasta que al menos un seguidor decide serlo. De la misma forma, no existe seguidor sin alguien o algo (no necesariamente un líder) que pueda ser seguido.
En cualquier caso, el liderazgo no necesita ser deliberado o consciente, ya que los seguidores pueden unirse a alguien que ni siquiera está tratado de liderar. Aún así, hay quienes consideran al "liderazgo inconsciente" un concepto dudoso. Muchos, utilizando un concepto diferente de liderazgo, alegarían que ni siquiera puede llamársele liderazgo porque no existe una intención deliberada de ser líder.

La razón por la que la capacidad de liderazgo debe considerarse como la habilidad más importante dentro de una organización cualquiera se resume en que precisamente permite manejar los factores que hacen que la labor de una organización sea esencialmente más significativa que la actividad individual.
Es decir, reconociendo que la organización es capaz de producir más que el individuo, vale decir que para poner en marcha y mantener funcionando dichos mecanismos hace falta un talento particular, que es la capacidad de liderazgo.
Por eso, las organizaciones
que ponen énfasis en la obtención o el desarrollo de líderes en el buen sentido de la palabra, son las que en definitiva resultan más sólidas y poseen mejores perspectivas de sobrevivir y crecer.
Las coyunturas económicas, sociales o bélicas son, pese a su aparente profundidad, simplemente anécdotas históricas que quizás tocan vivir, pero colocando a la historia de la organización en una perspectiva amplia, indudablemente, la capacidad para llevar cabo políticas de largo plazo resulta mucho más importante, y esa capacidad depende, en definitiva, del liderazgo de sus jefes.
El desarrollo de una buena doctrina de liderazgo
y consecuentemente, de un estándar sobre la base el cual cada organización formará a sus cuadros directivos es probablemente el paso más importante en un sentido estratégico que la corporación debe encarar en algún momento de su historia, pues sin un adecuado liderazgo el aprovechamiento de los esfuerzos de cualquier conjunto e individuos competentes que puedan formarla se desaprovechará o peor aún, se perderán oportunidades vitales.
Sobre el tema del liderazgo es posible escribir muchas cosas. Sin embargo, basta decir por ahora que los líderes más exitosos son aquellos que basan su autoridad en el buen ejemplo y la autodisciplina
.
Y el tal sentido la regla cardinal del líder debe ser 'No pedir lo que uno no está dispuesto a dar'. Esto es algo que ningún aspirante a convertirse en líder debe olvidar.

lunes, agosto 28, 2006

Tercer hábito : establecer primero lo primero

¡¡ Hola de nuevo !!

Ya han finalizado estas mini vacaciones. Sólo ha sido una semana, pero he logrado desconectar un poco de la vorágine diaria.
Como vais con los 2 hábitos anteriores? Los dos hábitos anteriores son absolutamente esenciales y prerrequisitos del tercero.
¿Usáis agenda habitualmente? Si es así, bien, es un buen comienzo. No obstante, existe una generación de administración de tiempo posterior. Suma a la agenda anterior, la idea de priorizar, de clarificar valores, de comparar la importancia relativa de las actividades. Se centra en el establecimiento de metas.

Pero la última tendencia que está analizada en el libro es la administración de nosotros mismos. Ese es el auténtico desafío. La satisfacción depende tanto de la expectativa como de la realización. Y ambas cosas residen en nuestro círculo de influencia.

Lo que Covey nos cuenta es que debemos dedicar nuestro tiempo a las cosas importantes, pero que no sean urgentes. No podemos estar continuamente apagando fuegos. Las cosas urgentes actúan sobre nosotros. Nuestro tiempo se debe centrar en aquellas cosas que constituyen nuestro fin más deseado. Aquello por lo que realmente deseamos vivir.

Propongo lo siguiente: Escribe en un papel a qué dedicas el tiempo en un día normal. Después, revísalo y decide si estás satisfecho con el modo en que utilizas tu tiempo. ¿ Te ayuda tu administración del tiempo a conseguir tus objetivos?

Y recuerda : Lo que importa más nunca debe estar a merced de lo que importa menos.